Los pueblos costeros más bonitos de Italia para visitar en invierno

¡Venga, que el frío es psicológico!

Italia es un destino estival muy solicitado, pero ¿qué pasa con sus pueblos de costa cuando las tumbonas y las sombrillas desaparecen? Los meses más fríos pueden ser una oportunidad única para conocer lugares que no pierden su encanto pase lo que pase y que, a pesar de las bajas temperaturas, consiguen calentar el espíritu de sus visitantes.

Descubre algunos de los destinos de costa más bonitos de Italia y empieza a soñar con esa escapadita invernal al bel paese.

Un café con vistas panorámicas al golfo de Nápoles, en Italia

Terraza con vistas sobre el golfo de Nápoles

Los mejores pueblos costeros de Italia para visitar en invierno

Aunque parezca que invierno y costa son dos conceptos que no casan del todo bien, no se puede negar que el mar es precioso en todas las épocas del año. En Italia hay una inmensa variedad de destinos muy atractivos con paisajes y experiencias únicas para los viajeros que deciden salirse de la norma y hacer un viaje al país con forma de bota en los meses de frío.

Para que la decisión sea más sencilla, aquí tienes los 7 pueblos costeros de Italia más recomendados para visitar fuera de temporada:

1. San Vito Lo Capo (Sicilia)

San Vito Lo Capo se encuentra a 40 km de Trapani y forma parte de la reserva natural del Zíngaro, el lado más salvaje de Sicilia.

La costa virgen de San Vito Lo Capo y sus 3 km de playa hacen de este pueblo una cita ineludible en la isla más grande del Mediterráneo. Gracias a su clima suave y a sus temperaturas invernales que alcanzan los 13 °C, disfrutarás de días de sol en la playa incluso en Navidad. Además, la floración de los primeros almendros en febrero tiñe de rosa los jardines de la localidad. Ya te estás imaginando la estampa, ¿eh?

¿Y cómo obviar el famoso cuscús de San Vito Lo Capo? Podrás probarlo en alguno de sus restaurantes con vistas al mar y rematar la faena con una trozo de cassata, el postre tradicional siciliano.

2. Scilla (Calabria)

Situado a solo 10 km del puerto de Villa San Giovanni, Scilla es uno de los pueblos más bonitos de la región de Calabria. En sus calles y alrededores se respira una mezcla de historia, mitología y espectaculares paisajes.

Aunque es más tranquilo en invierno, es un lugar ideal para perderse por sus callejuelas y quedarse sin palabras en sus miradores. Desde el Castello Ruffo di Scilla se puede divisar el estrecho de Mesina y el archipiélago de las Eolias.

El propio Homero habló de esta coqueta localidad en la Odisea y, aún hoy, el mito reverbera en este pueblo rebosante de maravillas ocultas. No dejes de acercarte a las zonas de Marina Grande, San Giorgio y el peculiar barrio de Chianalea, con estrechas callejas y escalinatas que se prolongan hacia el mar.

El pintoresco pueblo de Scilla y su castillo

El coqueto pueblo de Scilla, en Calabria

3. Térmoli (Molise)

Térmoli es un pueblo costero con vistas al mar Adriático que goza de temperaturas suaves durante todo el año. Es un lugar ideal para dar agradables paseos a orillas del mar y recorrer su casco antiguo, repleto de estrechas callejuelas, coquetas iglesias y peculiares torres.

El paseo marítimo, la catedral y el Castillo Suabo que preside la panorámica no son los únicos alicientes para hacer una escapada invernal a Térmoli, y es que, desde el puerto de Térmoli, se puede ir en ferry a las maravillosas islas Tremiti en cuestión de 1 hora. ¡Su naturaleza intacta y sus paisajes justifican una visita tanto en verano como en invierno!

Tip para navegantes: En diciembre, el archipiélago de las islas Tremiti celebra la fiesta de San Nicola di Mira, uno de los actos medievales más emblemáticos, ¡y otra razón más para viajar en invierno!

4. Sorrento (Campania)

Sorrento es uno de los municipios del golfo de Nápoles que mantiene vivo todo su encanto incluso en los meses más fríos. Es un destino magnífico, ¡ideal para disfrutar de las maravillas que ofrece el mar fuera de temporada!

Situado cerca de Nápoles, desde este pueblo se pueden contemplar unas vistas espléndidas de las famosas islas de Capri, Isquia y Prócida. En su pintoresco centro histórico se suceden iglesias, claustros y museos que, créenos, ¡agradecerás visitar sin tantas aglomeraciones como en verano!

Uno de los eventos invernales más importantes de la localidad es la Festa di Sant'Antonino Abate, que se celebra el 14 de febrero entre ferias y desfiles (el día de San Valentín está taaaaan pasado de moda). ¡Prepárate para descubrir un Sorrento distinto al que te habías imaginado, con más autenticidad y menos agobios!

Consejo: ¿Sabías que se puede llegar a Sorrento desde Nápoles en ferry? Echa un vistazo a las conexiones de Nápoles a Sorrento y, por otro lado, echa un ojo a los detalles sobre las rutas Sorrento - Capri y Sorrento - Isquia para que tu viaje invernal por el golfo de Nápoles sea re-don-do.

5. Sperlonga (Lacio)

Sperlonga está a solo 15 minutos de la ciudad de Terracina y es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más bonitos de Italia. Conocido por sus playas en verano, este municipio costero es igual de atractivo en invierno. Entre casitas encaladas, sinuosas callejuelas y escaleras de cuento, ¡disfrutarás del fresquito italiano como nunca te habías imaginado!

Visita las atalayas de la localidad, la iglesia de Santa Maria di Sperlonga y el Museo Arqueológico y prepárate para hacer fotos de cada rincón de su centro histórico.

Además, Sperlonga destaca por sus acantilados y sus paredes de roca, ideales para amantes de la escalada. El Monte Moneta es el punto de escalada más frecuentado en invierno, ¡ya que cuenta con 174 vías resguardadas del viento!

Casas blancas en una pequeña plaza de Sperlonga (Italia)

El centro histórico de Sperlonga y sus casas encaladas

6. Camogli (Liguria)

Camogli es uno de los pueblos costeros más impresionantes de toda Italia. Se encuentra en la Riviera de Liguria, a 20 km de Génova.

Famosa por su antiquísima tradición marinera, Camogli sorprende a sus visitantes por sus colores, su pequeño puerto y sus paisajes. Uno de los lugares imprescindibles es el Museo Marítimo, que alberga centenares de objetos históricos vinculados con el mundo naval.

Para terminar tu visita a Camogli, deléitate con un plato de raviolis caseros tradicionales y unos pastelitos locales al ron, ¡una auténtica delicia para el paladar (y para el alma)!

7. Castiglione della Pescaia (Toscana)

La Toscana es un destino idílico tanto en verano como en invierno, con su mar de aguas cristalinas y sus verdes colinas, ¡con una tonalidad distinta en cada época del año! Uno de los destinos costeros más bonitos de la región es Castiglione della Pescaia, a tan solo media hora de la ciudad de Piombino.

Esta localidad medieval tiene mucha vida durante los meses de verano, pero también regala experiencias únicas en invierno. Desde la parte alta se puede contemplar una panorámica extraordinaria del archipiélago toscano. Por otro lado, el casco antiguo es uno de los mejor conservados de la costa italiana del Tirreno.

Castiglione della Pescaia también tiene fama por sus vinos, quesos y embutidos, ¡el aperitivo perfecto para degustar al calor del hogar cuando afuera aprieta el frío!

El pueblo de Castiglione della Pescaia y Elba al fondo, en Italia

El bonito pueblo de Castiglione della Pescaia a orillas del mar

¿Te gusta el mar sin importar que sea otoño, primavera, invierno o verano? Te entendemos. 😉 Inspírate con nuestros consejos y anímate a descubrir alguno de estos pueblos y sus alrededores en temporada baja. En Ferryhopper, puedes reservar tus billetes de ferry para recorrer estos y muchos otros rincones de Italia en cuestión de minutos.